Oído cocina en el amor

Ojalá hubiera un libro de recetas como en la cocina donde pudiéramos tener las recetas con los ingredientes precisos para una perfecta receta en el amor.
Las justas cantidades, los precisos ingredientes para cada receta.
Y que una vez metidos los ingredientes, y cocinados de forma delicada siempre nos quedara un resultado que disfrutar.
Ojalá hubiera un libro escrito sobre el amor.

La verdad; no lo siento

Siento no medir 1,80. Es una pena, pero no lo mido. También siento no tener unos bonitos ojos claros, tener una estupenda piel sin una sola imperfección, tengo piel de naranja, granitos y pequitas; siento tener mis kilitos de más y no tener una magnífica mata de pelo.

¿Pero sabes qué pasa? Que es lo que hay.
Mido 1,60 y mis ojos son del color marrón común, pero si los miras fijamente verás que lo que transmiten no es lo que el resto de los ojos hacen.
Mis granitos y mis imperfecciones en la piel hacen que sea una persona real, pero tampoco me importa porque si realmente me conoces no te importará tanto mi aspecto.
Y mis kilitos de más, pues es que me gusta comer y disfruto haciéndolo, pero también me cuido. El problema es que no me alimento del aire, y por ello cojo mis kilitos.
Tengo buenas piernas, de manera que se pueden diferenciar muy bien mis piernas de mis brazos. Son mis patorras y no me gustan, pero tengo que aprender a convivir con ellas, y si yo lo he hecho, el resto puede hacerlo.

Y soy feliz como soy, y tengo gente que me quiere como soy.

Y lo sé

Nunca estaré contigo. Jamás lo haré. Lo tengo asumido.

Pero eso no evita que no te quiera, que lo haga de las formas más bonitas y sencillas que se pueda hacer. Lo hago en silencio, pero lo gritan mis sentidos y mis actos.

Que te quiero, que te quiero, que te quiero.

Nunca estaré contigo. Jamás lo haré. Lo tengo asumido.

Sí, la he perdido. He perdido la esperanza.

Nunca estaré contigo. Jamás lo haré. Lo tengo asumido.

PD: te quiero.