viernes, 16 de septiembre de 2011

Dilo alto y claro

Todos hemos oído en más de una ocasión que en la vida las cosas pasan por algo. Es alguna razón que nosotros no entendemos, que no alcanzamos ni compartimos. Pero de tantas veces que la he escuchado, he decidido que lo mejor es calzarse unos tacones y pisar tan fuerte como lo es tu personalidad. Y decir con cada paso, aquí estoy y nada ni nadie puede derrumbarme.
 
 
 

jueves, 18 de agosto de 2011

Ojalá

Ojalá llegue el gran día.
El día que te des cuenta que los amigos no son compañeros de fiesta.
El día que aprendas que no existen los mejores amigos, pues los amigos son amigos y no los hay mejores ni peores.
El día que entiendas el significado de la palabra querer.
El día que decidas expresar tus sentimientos y no avergonzarte por ello.
[Foto sacada de Noja, Cantabria]

lunes, 25 de julio de 2011

Tu juego

Quiero que me mires a la cara fijamente, que saques de una maldita vez el valor. Que le eches un par de narices a la vida, que te enfrentes a tus sentimientos y pongas las cartas sobre la mesa.
Porque si no lo haces tú, entonces lo haré yo y las consecuencias que eso traiga... ¡Dios sabe lo que pasará!


Mírame y dime entonces que no me quieres y que aquel beso de esa noche olvidada fue un juego. Dime que estás jugando conmigo y con mis sentimientos. ¡Vamos! ¡Atrévete! Dime que no soy nada para ti.


Dime que aunque nunca jugaste con una mujer, ésta fue la primera y que te lo pasaste bien. Pero no podrás decirlo, porque ni eso hiciste; no disfrutaste de tu juego.


Y ahora estás ahí, tumbado en la cama, comiéndote el coco casi tanto como yo. En cambio los motivos son distintos. Yo sufro por no poder amarte como quisiera, porque eres el hombre que me tiene puesta esta condena.

El cuento de nunca acabar

Volvemos otra vez al mismo sitio de hace un año. Es una vuelta a nuestro juego.
¿Sabes? Me encantas. Y no me da vergüenza decírtelo, ni reconocerlo; de hecho lo gritaría a los mil vientos.
Pero yo grito y no me oyes. Y yo me pregunto, ¿por qué no me escuchas?
En realidad eso es lo de menos. Porque que no me escuches a mí resulta ser el menor de los problemas. Deberías preguntarte igual que me lo pregunto yo ¿te escuchas a ti mismo?
No hago más que pensar en ti, en tu persona, en tus maneras, en tus palabras, en tu sonrisa, en tu conversación, en tus ojos... Y cuando termino de pensar en todo eso, solo entonces, pienso en mí.

No ha cambiado nada desde el año pasado. Absolutamente nada. Eres como el buen vino, ganas con el paso del tiempo.

Y aunque quiera olvidarlo todo, alejarme de ti y obviarlo todo, viene tu entorno y el mío y me hacen recordar que estás ahí. Que mis sentimientos siguen ahí, escondidos tras una piedra, pero ahí.

¿A qué tienes miedo? Quien no arriesga, no gana.




Me recuerda tanto a ti...

miércoles, 20 de julio de 2011

El tiempo

Se supone que es el tiempo el que pone cada cosa en su lugar. El que hace y deshace. Ese Cronos que hace que borremos el pasado o lo tengamos tan presente por circunstancias de nuestras vidas. Es el destino y no la casualidad. Yo no creo en casualidades. Son las Moiras las que hilan mientras Cronos sigue haciendo de las suyas.
En realidad eres tú quien aprovecha el tiempo hilando o deshilando.

sábado, 9 de julio de 2011

La diversión de los jóvenes: los guateques

Llevo un tiempo pensando si soy rara, si es que no soy joven y soy una niña, si el problema es por la educación que recibí, por mi forma de ser… El caso es que pienso y pienso y no encuentro la solución. Voy a explicar mi problema.
Soy una chica muy normal, que tiene sus amigos, que va al instituto,  estudia (aunque ahora que lo pienso eso quizá no sea tan normal), tiene sus planes de futuro: sacarse su carrera y después poder tener una bonita casa, con una familia y una vida digna, vamos, lo que desearía cualquier persona. Lo que ocurre es que el otro día iba en el autobús y me iba riendo con mis amigas, eran en torno a las diez de la noche y cuál fue mi sorpresa cuando de repente una pareja de señores que tendrían en torno a sesenta años comentó y no de una forma muy discreta: ¡Ya van borrachas! ¡Esta juventud de hoy en día no sabe divertirse! La verdad es que en aquel momento no reaccioné y tampoco sabía por qué decían eso.  Mis amigas y yo nos quedamos perplejas. Otro día he oído decir que el búho (el cual yo frecuento todos los fines de semana) va plagado de borrachos gamberros, que sabe Dios lo que se meten y no saben divertirse. Son tantas las veces que lo dicen que ya empiezo a creer que eso puede ser cierto, que realmente sea yo la rara, pero me consuela saber que no soy la única porque muchísima gente que yo conozco no es así. Es por estas personas que somos diferentes a ese prototipo por el que me quiero quejar. Discúlpenme señores porque salga con mis amigas y me ría, qué le vamos a hacer, soy risueña. También les quería pedir disculpas por no hacer un uso excesivo del alcohol, por tratar de divertirme de la manera más económica. Siento de verdad no consumir drogas ni haberlas consumido nunca, seguro que son fascinantes, pero no las veo el encanto. Por cierto, tampoco fumo, y me encantan los espacios sin humo, estaría bien que en las discotecas se hicieran espacios sin humo.
La fiesta de los jóvenes actuales no dista mucho de las de antes; nos hace falta una buena compañía, algo de beber, ganas de pasarlo bien y un poco de música para hacer de una noche común algo inolvidable. Yo sé que acudieron a los famosos guateques y sé que se lo pasaban genial allí, que incluso ligoteaban(a su manera claro). No es tan distinto a lo de ahora. También a nosotros nos gusta coquetear, ¿a quién no? También nos gusta que nos echen algún piropo y nos gusta llamar un poquito la tención y por ello ponemos algo de cuidado y atención a  nuestra apariencia. ‘’Sombra aquí, sombra allá, maquíllate, maquíllate’’; al pie de la letra que lo seguimos, igual que en otros tiempos.
He llegado a la conclusión de que mi problema resulta no ser mío, de que mi problema es vuestro problema, porque ponéis unos clichés a los jóvenes que no son ciertos, y eso, a mí al menos, me molesta. Soy joven, tengo ganas de divertirme, pasarlo bien y disfrutar, pero también soy una persona ante todo y tengo cabeza para pensar.

domingo, 26 de junio de 2011

Se busca

Labios sinceros, llenos de ternura y comprensión, de amor y pasión; unos labios que con un beso digan más que mil palabras.
Ojos amables, cariñosos y sinceros.
Labios con los que celebrar, ojos con los que compartir.
A fin de cuentas, una persona con quien poder ser feliz.

Tú me das, yo te doy

Te digo que esto no lo hacen los amigos y me respondes que tú y yo somos algo más que eso.
Te digo que los mejores amigos no hacen lo que tú y yo hacemos pero tú me respondes que somos amigos especiales.
Y poco a poco me voy abandonando y dejo que hagas y deshagas a tu antojo. Y una parte dice quieta y otra no dejes de hacerlo.
Y yo pido y tú me das, y pides y yo te doy... Y así entramos en una espiral sin salida, donde los límites no están puestos pero sí que los sabemos, y es que, no hay límites. Nos respetamos, dejamos que pase. Vivimos cada segundo con gran intensidad.

lunes, 30 de mayo de 2011

De nuevo por aquí

Los mismos sitios, la misma gente, las mismas letras... Pero cada vez, con un significado distinto.
¿Sabéis? He vuelto a caer de nuevo desde lo más alto. Y como de costumbre, vuelvo a curarme las heridas, a quitarme el polvo y a seguir para delante.
Esta nueva caída (y no fracaso) ha hecho que tenga más cuidado con mis palabras, sobre todo las que a sentimientos se refieren. Te quiero no se puede decir a la ligera. Si se dice es porque se siente, y si no se está seguro es mejor no decirlo.
Engañas al de enfrente y a ti mismo. Y no sé qué es peor, la verdad. Porque mentirte a ti mismo es triste, pero mentir al otro implica mentirte a ti mismo. No sé...
Hay que tener cuidado con lo que se dice y hace, porque puedes hacer mucho daño con tus palabras. A mi me lo han hecho, me han dicho que me querían, me lo he creído como una tonta y me han dejado peor de como empezó todo.

Ese te quiero mal dicho es el que ha hecho que escriba esto, que mire la vida con otros ojos, que me plantee lo que digo y cómo lo digo... Por eso no es un fracaso lo sucedido, sino una experiencia constructiva. Y visto lo visto, prefiero que me lo hayan dicho a que se lo hubieran callado.























Hacía mucho que no escribía por aquí. Ya tocaba, ¿no?



"Ya no sonríe más. Ya todo le da igual.
Enfadada con todo en la vida, no valora que el tiempo decida.
Exhausta de evasivas, cansada de mentiras, no quiere bailar más."

lunes, 14 de febrero de 2011

OMG

Creo que me estoy metiendo en un pozo sin fondo... Pero este lugar ya lo conozco. Es fangoso y sobre todo sucio. Aún así he sido yo la que ha decidido seguir con este juego.
Me sinceré con quien menos tenía que hacerlo, sin embargo lo he hecho. Una terapia de choque será.

No puedo con él, pero por favor, que tampoco sea sin él.
Porque si de amar se trata hay que amar sufriendo, valga lo que valga. De esperar un sueño y que nunca llegara.



miércoles, 9 de febrero de 2011

And this is my life

Como todo en esta vida, subir alto para caer aún más bajo; gritar tan fuerte para que luego te quedes con una gran afonía; sonreír mucho y tener después muchas arrugas...

Pero todo eso tú hoy no te lo mereces, al igual que tampoco mereces que siga perdiendo mi tiempo pensando en ti.

No te mereces ni siquiera que te quiera y en cambio lo sigo haciendo.


martes, 4 de enero de 2011

Yo, la protagonista de aquella peli.

Te sientas a ver algo. Te ves reflejada en cosas que ves. En esas promesas que uno hizo diciendo que cambiaría, en las que tu misma hiciste en su boca y te aseguraste una y otra vez que cambiaría.
Sientes su angustia, las lágrimas que recorren su cara por esa persona a la que tanto ama; por la que estaría dispuesto a cambiar.
Y continúas sintiendo con ellos: en la pantalla ellos y tú en tu butaca. Recuerdas el escalofrío que sentiste recorriendo todo tu cuerpo en tu primera vez, la delicadeza de él tratando de que aquello no sea tan complicado para ti; recuerdas tu primer beso; sientes cómo poco a poco te vas dejando ir y te abandonas a sus manos, a sus caricias y a sus deseos. Sigues con ellos la historia pero ahora los protagonistas no son ellos, sino que lo eres tú y la persona con quien has vivido esos momentos. Y quizá sientes que esa persona ya no esté en tu vida de esa forma, y a la vez te tratas de animar pensando que si ella no está es porque no tuvo que estarlo nunca y tiene que venir algo mejor para ti.
Sientes la alta velocidad, las motos, ese aire y te imaginas aferrada a ese piloto de carreras de una noche con ese cinto, y eres tú su chica. Quieres sentir ese peligro, es absurdo, pero lo deseas con todas tus ganas. Y yo me lo imaginé, subida en esa moto amarilla detrás de él y confiando mi vida a otro. Intenso, con adrenalina por do quier, apretándolo tan fuerte que no pudiera respirar, acompasando sus acelerones con tus suspiros... Viviendo intensamente.
Y la ves a ella, que ha comenzado su nueva vida, ademas él se entera cuando menos se lo espera, se derrumba, siente el peso del mundo que se le ha venido encima. Lo que más quería, lo que más quiere y lo que siempre querrá. Ella. Yo solamente quiero dejar de hacer las comparaciones pertinentes, que pare ya de parecerme lo ocurrido tan real. Pero no puedo. Yo también sentí cómo el mundo se derrumbaba cuando vi que se iba con otra y que era feliz.
Su familia de por medio, la del otro lado, esa que no quiere saber nada de ti porque eres un malote... Ellos no saben lo que ha habido en tu pasado, no saben nada de ti. Pero ella sí lo sabe. Yo también sé lo que hubo en tu pasado, que no fue fácil que lloraste mucho y muchas veces fue en mi hombro. Lo hiciste conmigo, y yo soy la única con quien tú te has desahogado, la que te ha visto llorar como a nadie. Y nadie puede entender por qué te quiero...
Y él huye como desearías haber hecho tú, haberlo olvidado todo, haber cogido la moto y haber desaparecido. Empezar de cero. Dejarlo todo. Nada ni nadie lo puede impedir. Es tu decisión. ¿Cobarde? Quizá. Pero mi decisión está tomada. Me voy. Se acabó. Nos veremos cuando vuelva a estar preparada.
Y aunque la película acaba aquí, él en el extranjero y yo todavía aquí, la historia es la misma. El allí y con la cabeza aquí y yo aquí tratando de tener la cabeza allí.

Solo hay un problema: sigo sin ser capaz de tenerte a mi lado.


Gracias Federico Moccia por ofrecernos una historia tan real, tan perfecta, tan bonita, tan dura... Gracias a ti Marina por llevarme a esa película. Gracias a Mario Casas y a Maria Valverde por esa interpretación que me ha hecho escribir esto y sentir otra vez como antes. Gracias a DE.E y a EME, sin ellos tampoco sería posible escribir lo anterior.
Lo dicho, GRACIAS.