Deja que tu corazón hable

No quieres que llegue el amor porque no quieres pasarlo mal, pero ¿y si llega? ¿quién eres tú para decir que no?
A vivir el momento con esa persona, sin pensar en el mañana. Tú simplemente vívelo, es tu momento y solamente importa el ahora.
No anheles lo que no tienes, no pienses en qué ocurrirá mañana. Relájate y sé feliz mientras dure. ¿Por qué ponerle un nombre? Sois dos personas que vivís ajenas al mundo exterior cuando estáis juntos. Disfruta, ríe con él, sueña e imagina, bésalo.
Aprovéchalo porque no sabes cuándo podrá acabar. No dejes que el tiempo se te escape entre los dedos.

Ríe cuando puedas: el porqué

"Ríe cuando puedas, llora cuando lo necesites" es un blog que comenzó sin una temática fija, tal y como sigue ahora. Sin embargo siempre supe que su título sería ése.
Es el título de una canción de El Chojin, no es un tipo de  música que yo suela escuchar muy a menudo pero ésto llego a mis oídos y desde entonces no puedo dejar de tenerla presente en muchos momentos de mi vida.

Su mensaje llega, hace simple lo difícil de expresar. Eso es lo que para mí hace que sea una gran canción.

Quiero dejaros aquí la canción original, la primera que yo escuché. Recientemente escuché al gran poeta Luis Eduardo Aute recitar con esta base y ser partícipe con El Chojin en una nueva versión.

 

Aquí la original.

Dejo también la letra por si se hace realmente insoportable escucharla, que se pueda disfrutar de lo que dice.

Ahí me tenéis en uno de esos días en los que nadie te coge el teléfono
 y las paredes se te echan encima.
Yo sé que siempre hay salida pero saber que todo irá mejor no quita que me sienta
 hecho una porquería. 

Pasan lo años, los proyectos, los sueños...
¿Recuerdas como querías ser cuando eras pequeño?
Crecer es darse cuenta de que la vida no es como quisieras que fuera, 
todo es mucho más complejo: responsabilidades, luchas, deberes, sonreír cuando no te apetece, 
mentir para no hacer daño a la gente que quieres, fingir cuando perfectamente sabes que te mienten
¿Merece la pena hacer lo que se supone que debes más veces de lo que realmente quieres?
¿Por qué terminé haciendo lo que todos hacen si se supone que siempre me sentí diferente?
He sido un cobarde disfrazado de valiente siempre pendiente del que dirá la gente, 
escondo mis miedos para parecer fuerte.
Pero ya no más, es hora de ser consecuente
Porque creo que lo he visto amigo y...

Quizás la clave para ser realmente libre sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites
Ser honesto con uno mismo
Centrarse en lo importante y olvidarse del ruido
Quizás la clave para ser realmente libre
Sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites
No cegarse con los objetivos
Tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo

Con este tema me hago una promesa y es hacer lo que sea para encontrar soluciones no problemas.
Sé que no soy perfecto, bien, no me castigare más por no serlo.
Voy a aprender a decir que no, a aceptarme como soy, a medir el valor...
Porque a veces fui valiente por miedo, sé que suena extraño pero ¿sabes qué? 
Lo peor de todo es que es cierto
Hoy busco dormir a gusto.
No suena muy ambicioso pero créeme es mucho
Llevo 30 años estudiando la vida
¿Que no hay mal que por bien no venga? Eso es mentira
Me centraré en lo importante: en mi familia, mis amigos, mi pasión por el arte
Aceptare que tengo derecho a estar de bajón de vez en cuando porque estar de bajón es humano.
No pienso rendirme ante ningún problema, confío en mi soy capaz de vencer lo que sea.
Volveré a caer millones de veces pero siempre volveré a erguirme porque me di cuenta de que, ja
Oh si amigo me di cuenta de que...

Quizás la clave para ser realmente libre
Sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites
Ser honesto con uno mismo
Centrarse en lo importante y olvidarse del ruido
Quizás la clave para ser realmente libre
Sea reír cuando puedas y llorar cuando lo necesites
No cegarse con los objetivos
Tratar de relajarse y vivir algo más tranquilo.

Esta es la que comparte con el poeta Luis Eduardo Aute.











Espero que la sintáis y disfrutéis tan solo un cuarto de lo que lo hago yo.

Un presente del pasado hacia un futuro

Reencontrarte con alguien. Alegrarte de verlo. Sonreír. Pensar por qué llegaste a esta situación. Suspiras. Lo recuerdas pero lo borras al instante. Disfrutas de ese momento, de ese segundo de felicidad. Sonríes de nuevo.

Y lo ves de lejos pero no te acercas porque tienes miedo de los ecos del pasado. Han sido tantas discusiones, malas palabras, peores caras… Sin embargo algo dentro de ti te está gritando encarecidamente que vayas. Lo haces y un nudo se te pone en la garganta. Apenas te sale un sencillo “¡Hola!”. Tu sonrisa te delata, te alegras de verlo.

Has visto de nuevo sus ojos cerca. Te ha respondido con un desenfadado y eufórico “¡Hola tía! ¿Qué tal todo?”. Te apresuras a contestar, tu nerviosismo te está dominando. “¡Bien! No te había visto hasta ahora”. Estás mintiendo y probablemente él también lo sepa. Pero tú sacaste el valor de acercarte, él no y por eso no te dirá nada. ¿Lo ves? Te ha correspondido con una sonrisa.

“¿Y tú, todo bien?” Estás feliz a rabiar y tu sonrisa lo grita por ti. Piensas que quizá esto sea demasiada cortesía. Palabrería a fin de cuentas. “¡¡Sí!!” Es el momento de retirarte. “Bueno, me voy, pásalo bien. Me alegro de haberte visto”. 

Esta es la peor parte. Quítate la sonrisa ya. Pero no puedes. Piensas, quizá sí que haya cambiado, quizá es una persona nueva, quizá deba perdonarlo ya… Y las dudas se empiezan a disipar, recibes un “me alegro de haberte visto”. Es una señal. Tu valor ha servido de algo. “Estabas muy guapa”.

Nada mal para un acercamiento después de unos meses sin ni siquiera miraros a la cara. Tienes ganas de seguir hablando con él, alargas como puedes y de ahí solo salen palabras bonitas. Estás radiante de felicidad. Y él también. 

No te arrepientes ni un poquito de lo que has hecho. Dejas atrás los malos rollos. Eres impulsiva. “Gracias por tus palabras, me pensé mucho acercarme. Sin embargo he hecho lo correcto, estoy contenta.”

Él saca agallas, se ofrece a acompañarte de regreso a casa. También tiene ganas de charla. Hoy no pudo ser pero lo haréis en otro momento. Ya no hay nervios, sois transparentes. Habéis avanzado.

Florencia,Italia. Grandes recuerdos los que me trae esta ciudad.

Querer es poder

A veces no queremos oír cosas que sabemos que son ciertas por el simple hecho de que duelen.
Tenemos miedo de escuchar la verdad, de saber que la realidad nos puede herir. Preferimos vivir en la ignorancia.
Sin embargo la solución no es hacer de oídos sordos sino afrontarlo, tener agallas y valor. Nosotros mismos tenemos que ser un ejemplo de valentía y superación.
Quizá por una vez en tu vida ésta te sorprenda y algo te salga mejor de lo que piensas. Pero eso queda de tu mano: ¿esperar sentado viviendo con un miedo irracional, o por el contrario, afrontar la realidad y comportarte como lo que realmente eres?

Ánimo, levántate de ese letargo y vive tu vida con la mayor intensidad. Vive tú y no dejes que nada pueda contigo. No permitas que el miedo te juegue malas pasadas, que sea más fuerte que tú y te haga perder grandes oportunidades. Porque si tropiezas te levantarás y habrás aprendido.
Vivir en la realidad y ser dueños de nuestros propios actos es lo que nos hace ser personas y crecer.

Recuerda siempre estas palabras: Querer es poder.