lunes, 23 de abril de 2012

Un presente del pasado hacia un futuro


Reencontrarte con alguien. Alegrarte de verlo. Sonreír. Pensar por qué llegaste a esta situación. Suspiras. Lo recuerdas pero lo borras al instante. Disfrutas de ese momento, de ese segundo de felicidad. Sonríes de nuevo.

Y lo ves de lejos pero no te acercas porque tienes miedo de los ecos del pasado. Han sido tantas discusiones, malas palabras, peores caras… Sin embargo algo dentro de ti te está gritando encarecidamente que vayas. Lo haces y un nudo se te pone en la garganta. Apenas te sale un sencillo “¡Hola!”. Tu sonrisa te delata, te alegras de verlo.

Has visto de nuevo sus ojos cerca. Te ha respondido con un desenfadado y eufórico “¡Hola tía! ¿Qué tal todo?”. Te apresuras a contestar, tu nerviosismo te está dominando. “¡Bien! No te había visto hasta ahora”. Estás mintiendo y probablemente él también lo sepa. Pero tú sacaste el valor de acercarte, él no y por eso no te dirá nada. ¿Lo ves? Te ha correspondido con una sonrisa.
“¿Y tú, todo bien?” Estás feliz a rabiar y tu sonrisa lo grita por ti. Piensas que quizá esto sea demasiada cortesía. Palabrería a fin de cuentas. “¡¡Sí!!” Es el momento de retirarte. “Bueno, me voy, pásalo bien. Me alegro de haberte visto”. 

Esta es la peor parte. Quítate la sonrisa ya. Pero no puedes. Piensas, quizá sí que haya cambiado, quizá es una persona nueva, quizá deba perdonarlo ya… Y las dudas se empiezan a disipar, recibes un “me alegro de haberte visto”. Es una señal. Tu valor ha servido de algo. “Estabas muy guapa”.
Nada mal para un acercamiento después de unos meses sin ni siquiera miraros a la cara. Tienes ganas de seguir hablando con él, alargas como puedes y de ahí solo salen palabras bonitas. Estás radiante de felicidad. Y él también. 

No te arrepientes ni un poquito de lo que has hecho. Dejas atrás los malos rollos. Eres impulsiva. “Gracias por tus palabras, me pensé mucho acercarme. Sin embargo he hecho lo correcto, estoy contenta.”
Él saca agallas, se ofrece a acompañarte de regreso a casa. También tiene ganas de charla. Hoy no pudo ser pero lo haréis en otro momento. Ya no hay nervios, sois transparentes. Habéis avanzado.

Florencia,Italia. Grandes recuerdos los que me trae esta ciudad.